26.5.08

"Aparta coño que me quiero bajar!!", y otras sutilezas autobuseras

Hoy, queridos lectores, vamos a hablar de un tema que nos concierne a todos y todas, sobre todo a los jóvenes, que nos hace falta una gran lección de civismo, porque somos unos salvajes y drogadictos sin control alguno sobre nosotros que deberíamos llevar bozal homologado por si acaso, y ir bien ataditos con correa, pero no es hoy ese el tema que vamos a tratar; hoy vamos a hablar del transporte público, aqui en Vigo conocido como Cutrasa, o Vitrasa (por un cierto error de pronunciación gravísimo, aún no entiendo en que se parecen "cu" y "vi", pero aqui todo el mundo está empecinado con que es "VIguesa de TRANSportes Sociedad Anónima", y no, Cutrasa lo dice todo sobre la empresa de bus mas cara e impuntual de España, e incluso me atrevería a decir que de Europa, todo un orgullo vigués, si señor, el nombre le viene al pelo, mas claro, agua).

Cuando una persona se sube al Cutrasa, debe ir bien preparada, para comenzar, es recomendable tener a mano la tarjeta de Cutrasa, conocida como "Tarjeta Verde" (por su deslumbrante color verde fosforito, representante de los resíduos radiactivos del Lagares, y distintivo de los poco abundantes autobuses de la flota de Cutrasa), o, en su defecto, el importe exacto del autobús, que es (ojo al dato!) 1,08€ ni un céntimo mas ni uno menos, en caso de llevar otro importe inexacto, aunque sea mas, corre usted el riesgo de incurrir en graves delitos con pena de prisión desde 10 años a cadena perpetua, en caso de no tener dinero, ni intentes subir, porque a lo mejor no bajas ya nunca mas (la verdad es que siempre que uno sube a este transporte corre el riesgo de no volver con vida). Una vez realizado el pago del billete, comienza el complicado procedimiento de sentarse, eso si hay asientos libres, o si no hay ninguna persona poniendose de pie delante del único asiento libre, esa persona no va a sentarse, pero no va a dejar que se siente ni el Dalai Lama, es como el perro del hortelano, y mejor no intentes acercarte, porque ladra. En caso de que debas ir de pie, caben dos posibilidades, la primera es que haya sitio para agarrarse a la barra y ir cómodo, en cuyo caso uno podrá disfrutar del apreciado aroma del sobaco del vecino guarro que no conoce aquella substancia conocida como desodorante, todo un sedante para amortiguar la posible caida por resbalamiento de tus dedos de la barra y desmorramiento contra la pared o suelo, o anciana con bastón y mala hostia. En caso de no encontrar barra donde agarrarse, considerate afortunado, podrás tener el privilegio de ser protagonista de un increible espectáculo de equilibrismo, aunque si el bus va lleno de gente, no te preocupes, los cuerpos impedirán tu balanceo, además de tu respiración y otras muchas funciones de vital importancia. Interesante es, también el paso al fondo del autobús, pues, por supuesto, una persona debe siempre cumplir su obligación como buen ciudadano y Español, de pasar al fondo del bus, da igual que no lo hagan en 70% de los pasajeros, tu has de pasar, aunque haya 4000 personas agolpadas en el metro cuadrado que compone el pasillo de entrada, pues si quieres bajarte antes de la última parada, has de pasar a la parte de atrás, pues el conductor no puede abrir por adelante para que bajes, lo sé, supones que si la abre para que subas podrá abrirla para que bajes, pero es que el autobús no le deja, es mas inteligente que él, y muy caprichoso, el conductor te ayudaría de buena gana, pero no lo va a hacer, realmente son todos amables, la culpa es del autobús que les obliga a ser asi (el conductor, es tu mejor amigo). Si llevas objetos delicados o pesados, ¡que suerte la tuya! Es tu oportunidad para fortalecer esos biceps, si señor, a pulso para que la gente no pise tus pertenencias, los pies no importan, aunque acabes como Rambo, sin sentir las piernas, lo que importa es tu paquete, por él darías la vida, como un soldado leal, si señor, todo un acto de valentía y coraje, y además resultará muy entretenido!

Pero no todo es subir y asentarse, claro que no, también está el trayecto, aqui influyen ciertos factores, la edad, la estatura, las pintas, la carga, etc... la edad sobre todo, pues si eres un chaval joven, olvidate de ser respetado por cierto sector social mayor de 25 años y que mira mal a toda generación que pueda vivir y disfrutar mas que la suya, te avasallarán, robarán el sitio aunque haya 10 libres a más, y te separararán de tus compañeros, te aplastarán los paquetes, obstruirán la salida y pondrán verde cuando sin querer hagas alguna de esas cosas que ellos te harán a ti. Si llevas pintas, ya olvidalo, vas jodido, si no te tiran las cosas al suelo, no te llaman drogadicto, o no te miran con cara estar mirando a un asesino en serie, habrás tenido suerte, dame tu número para frotar la lotería en navidad contra ti por si acaso. El bajarse, es tremendo, pues hay varias opciones: 1- Salida a presión, donde experimentas el efecto de la botella de champagne, 2 - Salida a hostias, en la que te debates entre la vida, la muerte, y las prisas por bajarte antes que esa señora del carrito que te pisó el pie, 3 - Salida a empujones, en la que la masa social te conduce a la luz del día, esa que tanto añorabas, 4 - Salida 7 paradas mas adelante, también conocida como, salida modo "donde coño estoy?" o salida modo "me cagon la tía que se me puso delante de la puerta!".

Pues si queridos amigos, este tema daría mucho mas que hablar, pero continuaremos hablando de ello otro día. Cuidaos, y que El Monstruo de Spaghetti Volador os guie.

Crítica Destructiva (de viaje en Cutrasa)

2 comentarios:

Khultar Zero dijo...

Yo como usuario habitual puedo destacar la dificultad de desplazarse dentro de este tranbsporte con bolso, siempre estara 2 personas por detras de ti.

Náufrago dijo...

Eso en caso de que esté aún ahi